Autor foto: Imre Juhasz El vuelo de una mosca siempre ha sido molesto para mí por su zumbido que parece importunarme, como si la mosca volara sólo para meterse conmigo. Pero cierto día estaba cepillándome los dientes cuando escuché un zumbido tan desesperado que podía oírlo a distancia y no alcanzaba a reconocer que era. Hasta que fui en dirección de ese gran zumbido y descubrí una mosca atrapada en la tela de una araña. No pude por más que sacarla de allí e ir tirando poco a poco de toda la tela que tenía pegada, que no era poca y no salía fácilmente, pues me conmovía enormemente su desesperación por vivir.  Fue costoso pero empezó por poder andar y finalmente alzó el vuelo libre. De ahí me nació la ternura por el vuelo de una mosca. Desde entonces el vuelo de una mosca tiene otro significado para mí, pues me recuerda que ese ser está libre, y vivito y coleando. Y eso es un motivo de felicidad para mí, gracias a la emoción que compartimos por vivir libres. He aprendido a apreciarlo po