EL RESPETO A LAS MUJERES: HACIA UNA COHERENCIA EN EL RECONOCIMIENTO DE LA DESIGUALDAD


La desigualdad y el sexismo es en muchos casos una forma larvada de violencia de género, o cuando menos, la base de la violencia de género.

En la literatura sobre principios éticos a la hora de autorizar algo, podemos encontrar los siguientes:

1-Seguridad y responsabilidad con las personas: Evitar daños colaterales o derivados de ese uso.

2- Justicia: Evitar desigualdad social; sesgo racial, sexual o político.

3-Libertad o falta de coacción: Que las personas no se vean forzadas por la situación debido a las circunstancias.

Entonces siguiendo esos mismos principios éticos que nadie pondría en cuestión, siendo coherentes, hemos de reconocer la prostitución como una forma no legítima de usar una mujer o menor, como una forma de violencia de género y una explotación de las personas más vulnerables, porque: 1- La prostitución daña a las personas, 2- daña a la sociedad al servirse de la desigualdad y generar o perpetuar la desigualdad, 3-no es un acto de libertad sexual sino una forma de enajenar la libertad sexual porque en ella inciden coacciones diversas.

1-   La prostitución daña a la mujer. Supone secuelas psicológicas y riesgos de salud graves, dañando gravemente la autoestima y afectando a la integración social de la persona. El 86% de las mujeres que acaban ejerciendo la prostitución son maltratadas física, psíquica y verbalmente y/o fueron abusadas sexualmente en su infancia, en este mundo donde los hombres pagan por utilizar y humillar a una mujer o menor. El 68% de las prostitutas cumple con los criterios necesarios para ser diagnosticadas de Trastorno de Estrés Post-traumático (Melissa Farley, 1998, Kaiser Foundation Research Institute de California). Consistentemente, otros estudios han encontrado que entre mujeres prostituidas es hasta 200 veces más probable sufrir una muerte violenta que en la población normal.

2-   La prostitución se sirve de la desigualdad y genera desigualdad. No es compatible con una sociedad igualitaria. Según el mismo puticlub APRICOTS: Entre el 80 y el 90% son extranjeras, menores de 35 años y la inmensa mayoría mujeres. "Como muestran los datos de los países de origen de las mujeres entrevistadas, las desigualdades económicas de sus países, la falta de estructuras estatales que garanticen el acceso de la población a los recursos educativos, sanitarios y derechos civiles, así como la falta de oportunidades laborales, se traduce en la ausencia de expectativas de futuro. Así, para la mayoría de las entrevistadas, la carencia económica es la que hace que tomen la decisión de emigrar y buscar en Europa una vida mejor."(Investigacion sobre prostitucion y trata de mujeres APROSERS 2013) Según este mismo estudio, la 1ª conclusión es: "La trata de mujeres con fines de explotación sexual y prostitución forma parte del continuum de violencia, que tiene sus raíces en las desigualdades estructurales de género, que provocan la feminización de la pobreza, el racismo sexualizado, la demanda de mujeres para el mercado prostitucional, la compra-venta del cuerpo de las mujeres como objetos sexuales, la laxidad de las leyes y las falsas creencias de profesionales de la justicia, y los intereses económicos creados por la industria del sexo." Además, los porcentajes de menores, de niñas sobre todo, bailan de forma abismal según las fuentes. Los estudios dicen que muchos de los hombres consumidores de estos servicios, conocen o demandan los servicios de menores. Si hay tanta trata de menores para estos fines, es por la demanda; ésta es la clave: LA DEMANDA. ¡¡¡¡1 de cada 5 hombres en España reconocen que han pagado recientemente por servicios de prostitución!!!!, según las conclusiones de un estudio elaborado en la Universidad Pontificia de Comillas por encargo de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. Es por tanto una cuestión de clara de desigualdad de unos sobre otras, de explotación de las personas más vulnerables. La prostitución y el porno,  están enseñando hoy en día a los machos de nuestra sociedad que a las mujeres se las puede abusar y violar a cambio de algo o de nada; que existe el derecho varonil, que no universal, a consumir mujeres, niñas y niños. Una de cada cuatro niñas y uno de cada siete niños sufre abusos sexuales en España antes de cumplir los 17 años (Estudio sobre los abusos sexuales a menores, Félix López, 1997) ejercidos por hombres que habitualmente se sirve de una relación de confianza estrecha con la víctima, siendo un familiar, amigo de la familia, o un amigo. Para evitarlo necesitamos una ética de la libertad basada en el uso inteligente de la razón y las emociones, que reconozca que somos seres para el contacto y la vinculación, y que el placer y el bienestar dependen de cómo nos relacionamos: en igualdad, en vez de ejerciendo supremacía, o con manipulación, engaño, utilización, chantaje, intimidación, etc.

3-  La prostitución atenta contra la libertad sexual. Si fuera un acto libre, como por ejemplo la libertad de voto, no mediaría ningún supuesto acuerdo ni intercambio, soborno o extorsión. Si se ejerciera desde la voluntad de la persona, ésta no necesitaría drogas para soportar el ejercer su supuesta voluntad libre. Según un artículo aparecido en El País 17 de mayo de 2009 "hay 400.000 prostitutas en España y el 90% ejerce la actividad contra su voluntad. Ocho de cada diez mujeres que ejercen la prostitución en España lo hacen contra su voluntad, según la ONGD Anesvad, que cita diversos estudios. Un 58, 5 % reconoce, ante la Secretaría de la Mujer, consumir sustancias para soportarlo. Estas adicciones les permiten sobrevivir a la situación “anestesiadas”, además de permitir un mayor control por las mafias. Otra razón para desenmascarar la falacia de la libertad, es que la edad media de iniciación en la prostitución es entre los 13 y 14 años (datos de EE.UU). El panorama general y mayoritario son mujeres y niñas abusadas y explotadas sexualmente desde su infancia y que son disuadidas mediante una mezcla de violencia y uso del aparente glamour e hipersexualización al que las mujeres se ven sometidas desde la infancia. La prostitución no es un indicador de libertad sino de desigualdad como muestran los datos de la realidad. El problema social a tratar es un problema de desigualdad, de salud pública con alto coste para la persona y la Seguridad Social, y un problema de educación social, cuando no se tiene claro que no se usa a las personas, no se usa su cuerpo ni su libertad, ni existe derecho a dañarlas aunque medie un supuesto acuerdo con la persona, de la misma manera que no es válido el soborno o la extorsión.

¿Cuál es el bien que se protege regulando la prostitución como un “consumo” lícito? ¿Acaso se protege de esa manera otra cosa que al capital y al patriarcado incluyendo al “consumidor” varón? ¿Qué otro objetivo que la igualdad, la dignidad, la integridad, la salud y la integración social de las personas deberían tener las políticas que aborden este tema?

Si tienes claro el concepto de libertad, en este caso el de libertad sexual, lo aplicarás entendiendo que la prostitución conculca este concepto. Si no ves que la prostitución atenta contra la libertad sexual, quedará la puerta abierta a que no respetes la libertad sexual, y especialmente a que no respetes a las mujeres. Sólo debe haber un concepto de sexo: libre y compartido; sin ningún tipo de coacción o extorsión.

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